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Los antiguos cines de Paseo de Gracia
El cambio en los hábitos del ocio ha motivado transformaciones en la apariencia de las grandes ciudades. Antes, el cine se consumía en salas, más adelante tuvo que afrontar la competencia de la televisión y hoy en día -debido al avance de la tecnología- la ficción audiovisual se consume desde múltiples plataformas. Paralelamente, en las últimas décadas, buena parte de las salas de exhibición han dejado el centro urbano para trasladarse a grandes centros comerciales e integrarse dentro de otras formas de consumo y entretenimiento.
Por todo ello, actualmente en el Passeig de Gràcia sólo queda un cine: las multisalas Comedia, que actualmente son propiedad de la cadena Yelmo y que proyecta películas en versión original subtitulada. En su momento, el antiguo Palau Marcet acogió el teatro Comedia, y desde el año 1960 se le dio uso de sala de cine; del edificio original se conserva parte de la elegante arquitectura de la fachada.
Ya no existe, en cambio, el cine Savoy, situado en el número 86 y que fue inaugurado en 1935 con decoración del dibujante Joan Vila Rufas D’Ivory, padre del también dibujante Cesc. En su día, el Savoy destacaba por los relojes que marcaban la hora de países de todo el mundo en su vestíbulo.
En el número 69 del Paseo de Gracia, en 1931, abrió sus puertas el cine Fantasio, que contaba con la novedad -en ese momento- de contar con refrigeración, y en el que se estrenaron clásicos como Los cuatrocientos golpes, de François Truffaut, y Psicosis, de Alfred Hitchcock.
El cine Publi se inauguró en 1932 en los números 55-57 construido por Josep Maria Sagnier, hijo del arquitecto Enric Sagnier, con una programación especializada en noticiarios y documentales. La sala fue pionera en la programación de sesiones matinales desde el mismo año de su inauguración y más adelante, en 1967, introdujo lo que entonces se llamó cine de arte y ensayo de la mano del Círculo A con estreno de la película Sueños, de Ingmar Bergman.
Más antiguo era el cine Fémina, que arrancó su actividad en 1929, y que fue la pimera sala de Barcelona en proyectar una película rodada en CinemaScope, La túnica sagrada, de 1953. El Fémina fue destruido por un incendio en 1991 y ya no se volvió a abrir.