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Casa Pere Llibre: reminiscencias islámicas en pleno Passeig de Gràcia
Deambulando por el Passeig de Gràcia, en el número 24 de este emblemático paseo, hay un edificio que contrasta con la estética del resto de inmuebles de la zona. La Casa Pere Llibre exhibe un estilo neoegipcio que se popularizó a partir del año 1870 en Barcelona. Elementos propios del arte islámico, como es el caso de los arcos de herradura o los capiteles, configuran un edificio llamativo que asombra tanto a visitantes como a locales que nunca habían reparado en él.
El estilo neogipcio aterrizó en Barcelona procedente de la vecina Francia. Esta corriente nació de un entusiasmo de las familias burguesas de la ciudad condal por recrear entornos llenos de exotismo. Este fenómeno se originó en contraposición a otros estilos más clásicos como el neogótico. A pesar de este furor por lo extravagante, lo cierto es que la Casa Pere Llibre es de los pocos inmuebles diseñados en este estilo que quedan en pie en Barcelona.
Fue construida por el arquitecto catalán Domènec Balet i Nadal en el año 1872. Por supuesto, lo primero que salta a la vista es la fachada que recuerda a la arquitectura islámica. Encontramos ventanales con arcos de herradura y también con arcos polilobulados, ambos muy característicos en el arte musulmán. Los balcones constan con barandillas de hierro forjado y, además, es posible apreciar diferentes motivos geométricos.
En cuanto a la planta baja del inmueble, llama la atención que presente un estilo absolutamente distinto. Esto se explica dado que fue reformado por otro arquitecto en la década de los 50 del pasado siglo.
Un arquitecto entusiasta de la arquitectura musulmana
En la lista de obras que llevan la firma del arquitecto Domènec Balet i Nadal encontramos la Central Tèrmica de la Companyia Barcelonina d’Electricitat, construida entre los años 1883 y 1912, pero no es la única.
Otra de las obras ideadas por el arquitecto fue el Edificio Alhambra, localizado en el barrio barcelonés de Sant Gervasi – Galvany. Este se levantó en los mismos años que Casa Pere Llibre y es, de hecho, un verdadero tesoro escondido de este distrito. El nombre de este inmueble no es casualidad, pues ya la propia fachada está inspirada en la hermosa Alhambra de Granada. No obstante, hay mucho más en el interior.
El vestíbulo es prácticamente una recreación del Patio de los Leones del conjunto nazarí. No le falta detalle, ya que también los elementos geométricos y los arcos de herradura son capaces de transportarnos a la maravilla granadina.
A la vista de la Casa Pere Llibre y el Edificio Alhambra no queda otra sino afirmar que el célebre arquitecto catalán era un entusiasta del arte neoárabe, tal y como ha quedado plasmado en estas obras. Sin duda, son la mejor prueba de que Barcelona está llena de joyas ocultas, incluso en el mismísimo Passeig de Gràcia.
