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La Casa Mulleras: una casa muy legal
La prolífica obra arquitectónica de Enric Sagnier en Barcelona tiene otro de sus característicos exponentes en la Casa Mulleras, situada en la mismísima Manzana de la Discordia y con una historia de vida similar por lo que toca a sus propietarios: la familia Mulleras, de antiguo y milenario linaje catalán con origen en La Garrotxa.
La familia Mulleras cuenta con más de mil años de historia que se han centrado principalmente en la comarca de La Garrotxa. En el siglo XIX, Camilo Mulleras i Garrós emigró a Barcelona donde se instaló su familia, mientras que las propiedades de Sant Joan les Fonts, Olot i la Vall de Bianya pasaron a ser el lugar de ocio.
Originalmente, la Casa Mulleras era conocida como la casa Ramon Comas, otro empresario catalán que en 1868 encargó la construcción de la casa al maestro de obra Pau Martorell. La finca fue comprada a finales del siglo XIX por el industrial textil, Ramon Mulleras i Pons, quien encomendó su remodelación al arquitecto Enric Sagnier.
Éste dejó su impronta de sobriedad ornamental y clasicismo en la fachada, con pequeños detalles floralistas del rococó, alejándola del modernismo imperante en la Casa Lleó i Morera y del neobarroco de la Casa Josefina Bonet, ambas colindantes. Un detalle curioso de la época modernista: el estudio urbanístico La Mansana de la Discòrdia (UIC, 2015) refiere que, de los cinco inmuebles construidos en esta calle, sólo la Casa Mulleras tuvo los papeles en regla, mientras que las otras cuatro tuvieron que pagar multas al ayuntamiento por no cumplir los requisitos, entre ellos el de superar la altura acordada.
Según el diseño de Sagnier, la fachada utiliza el “orden colosal” que permite al edificio adquirir una escala de monumentalidad al suprimir las cornisas que separan la planta baja, la principal y la primera. Como si el edificio en sí sólo tuviera dos plantas gigantes.
Puedes visitar esta maravilla en el número 37 de nuestro querido Paseo de Gracia.