Antiguas librerías del Passeig de Gràcia

Antiguas librerías del Passeig de Gràcia

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Entre los establecimientos de todo tipo que han marcado la  historia del Passeig de Gràcia ha habido varias librerías que ya no existen o que han cambiado de emplazamiento, pero que sin duda han tenido un importante peso en la vida cultural de la ciudad, y que forman parte de la historia sentimental de varias generaciones.

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Una de ellas es la Librería Jaimes, que en 2013 dejó el Passeig para reabrir en un nuevo local muy cerca de su antigua ubicación, en la calle València entre Bruc y Llúria. Jaimes fue fundada en el año 1941 en la Avinguda Diagonal -entre las calles Girona y Bailén- por Jaume Porta, que la llamó así porque las autoridades no le dejaron ponerle el nombre en catalán ni en inglés. Una de las grandes especialidades de la Librería Jaimes fue la literatura en francés, gracias al fondo conseguido a través del Liceo Francés.

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La librería Jaimes también disponía -como ahora- de galería de arte y allí hizo su primera exposición el gran dibujante Francesc Vila Rufas Cesc, autor del diseño del papel de regalo de la librería.

Desde su mismo nombre, la literatura francesa también fue una de les señas de identidad de la Librería Francesa, que abrió en el Passeig de Gràcia en 1942 de la mano de la firma Hachette, como sucursal de una librería original situada en la Rambla. En los años setenta -tiempos en los que Francia se veía como un horizonte de libertad- la Librería Francesa fue sometida a una profunda remodelación y ampliación que la convirtió en una gran librería de tres plantas.  Cerró sus puertas en el año 2002.

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Muy cerca del Passeig de Gràcia se situaba un emblemático enclave de la vida cultural antifranquista: la librería Cinc d’Oros, que tomaba su nombre de la denominación popular de la plaza situada en la confluencia entre la Avinguda Diagonal i el Passeig de Gràcia. Fundada en 1969, la Cinc d’Oros facilitó el acceso -de manera clandestina- a libros prohibidos por el franquismo, lo que la hizo ser víctima de un ataque fascista en 1971. Un atril recuerda ahora la historia de la librería frente al lugar donde estaba ubicada.