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Casa Josefina Bonet: el aporte clasicista en plena Manzana de la Discordia
Casa Josefina Bonet se localiza en el número 39 del Passeig de Gràcia, lo que significa que está situada en plena Manzana de la Discordia. Este inmueble tiene como vecinos a edificios tan célebres como Casa Batlló, Casa Lleó i Morera y Casa Amatller. La grandiosidad de estas construcciones hace que, quizás, pase un tanto desapercibida. Su fachada de estética clasicista parece que queda inadvertida en esta Manzana de la Discordia. Sin embargo, sí merece la pena detenerse en este edificio y averiguar algo más de su historia.
El edificio original data de 1887, aunque fue en 1915 cuando se reformó la fachada que ha llegado hasta nuestros días. La remodelación de la Casa Josefina Bonet lleva la firma del arquitecto Marcel·lí Coquillat. Este optó por un estilo arquitectónico de tipo clasicista y bastante más sobrio que el enfoque modernista de buena parte de los inmuebles vecinos. Por este motivo, es posible que no resulte tan llamativa como el resto de edificios de esta famosa manzana barcelonesa.
Con planta baja y cinco pisos más, lo que más resalta de esta construcción es la tribuna central de la fachada. Las dobles columnas y los arcos de medio punto son las notas dominantes. En los laterales, destacan los balcones de piedra. También son objeto de atención los motivos ornamentales del piso superior de diseño neobarroco.
En el interior se percibe el paso del tiempo debido a detalles como la portería acristalada y con enrejado de madera, pero también por los capiteles de estilo corintio de las columnas de mármol. La escalera de piedra, que arranca desde el vestíbulo, conecta todos los pisos. También Casa Josefina Bonet acoge un coqueto patio de luces.
Un edificio histórico vinculado al mundo del perfume
Otra curiosidad de este inmueble barcelonés es que acoge un establecimiento centenario en uno de los espacios reservados a locales comerciales. Se trata de la Perfumería Regia. Aunque abrió sus puertas por primera vez en el año 1928 en otra localización de la ciudad condal, la realidad es que se ha convertido en uno de los iconos del Passeig de Gràcia. Pero la verdadera joya se halla en la trastienda de este establecimiento, donde se encuentra el Museu del Perfum.
En instantes, el visitante viajará en el tiempo unas cuantas décadas atrás gracias a una colección que da cuenta de la evolución histórica del perfume. Este museo fue inaugurado en los 60 y exhibe todo tipo de recipientes y frascos de culturas como la egipcia, romana, etrusca, griega, etc.
Más de 5.000 piezas componen el fondo del museo. Entre los objetos más codiciados podemos mencionar las almorratxes, recipientes de vidrio parecidos a botijos para verter el perfume. Otra pieza sorprendente es un estuche que perteneció a la reina francesa María Antonieta.
En definitiva, Casa Josefina Bonet puede no ser el edificio más vistoso del Passeig de Gràcia, pero, sin duda, sí el más aromático.