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Casa Enric Batlló: de palacete neogótico a hotel de lujo
En la esquina que une el Passeig de Gràcia con la calle Mallorca se ubica la Casa Enric Batlló, un palacete del siglo XIX que lleva el sello del arquitecto catalán Josep Vilaseca i Casanovas. Se empezó a construir en el año 1891. Las obras finalizaron en 1896. No solo destaca por su fachada, sino también por su ubicación, dado que se halla a solo una manzana de La Pedrera. En la actualidad, en la Casa Enric Batlló está instalado un flamante hotel de lujo, el Monument Hotel 5*GL, y en sus bajos la boutique de la prestigiosa firma relojera Rolex.
Una fachada que no pasa desapercibida
A la altura del número 75 del Passeig de Gràcia llama la atención una fachada que exhibe una interesante combinación de elementos. Por un lado, conjuga el ladrillo de obra vista con la cerámica, la piedra y el hierro forjado de los balcones. Todo ello da como resultado un edificio de inspiración neogótica de gran belleza.
Este palacete reconvertido en exclusivo hotel fue construido por encargo de Enric Batlló. Este fue un industrial perteneciente a la prestigiosa familia Batlló. Él y sus dos hermanos Frederic y Ángel encargaron al arquitecto Josep Vilaseca la construcción de diversas casas. De igual modo, este diseñó también el mausoleo familiar localizado en el cementerio de Montjuïc.
Volviendo a la fachada de la Casa Enric Batlló, cabe resaltar un detalle interesante. En todos los pisos hay una tribuna situada justo en la esquina del Passeig de Gràcia con la calle Mallorca. Pero hay mucho más. Si nos fijamos en los escudos del edificio, observaremos la representación de las diferentes disciplinas catalanas: la música, la cerámica y, cómo no, la industria.
El edificio se conforma de seis niveles más una azotea donde, actualmente, se sitúa la exclusiva terraza del hotel.
La transformación de la Casa Enric Batlló
Originalmente, el interior de la Casa Enric Batlló presentaba un estilo diametralmente distinto al de la fachada. Los detalles medievales eran la nota dominante. Sin embargo, con su reconversión en hotel de lujo, parte del trazado original se ha perdido. Eso sí, se ha mantenido la elegante escalera de piedra que brinda acceso a los pisos superiores, así como el patio interior.
En cualquier caso, la esencia modernista aún queda patente en cada rincón del hotel. Es más, entre las elegantes habitaciones que alberga, hay una que destaca. Nos estamos refiriendo a la suite Enric Batlló, localizada en la última planta del hotel, que ha sido bautizada con el nombre de su promotor.
El hotel abrió sus puertas en el año 1986 bajo la denominación de Hotel Condes de Barcelona. Décadas más tarde cambió su denominación. Hoy en día, la Casa Enric Batlló vuelve a hacer gala de aquel esplendor que exhibió en pleno modernismo. Es imposible, por tanto, no reparar en este espléndido inmueble catalogado como Bien Cultural de Interés Local al pasear por el Passeig de Gràcia.
